martes, 14 de enero de 2014

Perfección como síntoma de Dios

El argumento ontológico de San Anselmo fue un error. Él quiso demostrar la existencia de Dios a partir de conceptos como el de "perfección". Pensó que ningún ser humano es capaz de definir la perfección o señalarla. Pero en cambio, decía, todo ser humano comprende a qué nos referimos cuando nombramos el concepto "perfección". Se preguntaba entonces ¿de dónde nos viene la idea de este concepto si no hay nada que el hombre conozca como perfecto? la respuesta para Anselmo de Canterbury era que sólo podemos comprender el concepto "perfección" porque alguien absolutamente perfecto ha debido sembrarlo en el entendimiento de los hombres de forma innata. Y eso le sirvió para demostrar que la Dios existe. También Descartes, poco originalmente, pensó lo mismo. Pero viendo la escultura de Bernini, con lo cual juego con ventaja sobre San Anselmo, pero no sobre Descartes, concluyo que por ella todos tenemos claro que la perfección puede señalarse. Ergo Dios sigue hibernando en su ser demostrado.

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